Saturday, January 6, 2007

...








A veces las ausencias duelen,
y a las ciudades feas y sucias
como un mar oscuro y quieto
uno se asemeja a veces,
porque esperan la luz
la dulce recompensa
de la entrega callada
de amar algo,
sin importar los porqués
la distancia o el tiempo.
De vez en cuando todo se conjuga
para que el verbo nazca,
y las acciones
persigan locas de deseo
en pos de la presencia.